miércoles, 16 de enero de 2013

Una ciudad vulnerable


Por Gabriela Read
El proyecto Geo-Ciudades del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) lanzó este año un informe con las evaluaciones ambientales urbanas de distintas ciudades de América Latina, con el fin de prever el impacto del cambio climático en una región calificada como la más urbanizada del mundo en desarrollo.

Según la encuesta aplicada a Santo Domingo, los problemas identificados como prioritarios en esta ciudad fueron la contaminación del aire por partículas, la contaminación por el vertido de aguas residuales; el manejo inadecuado de residuos sólidos, los altos niveles de ruido y la rápida expansión de la ciudad a zonas de importancia ecológica, siendo las principales fuentes para este informe el Consejo Nacional de Asuntos Urbanos CONAU y Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD).
Si bien los datos a los que hace referencia datan del año 2007, se espera que a partir de este diagnóstico se creen mecanismos para poner en marcha soluciones a mediano y largo plazo, así como diseñar políticas de adaptación y respuesta al cambio climático.
La presión sobre el recurso agua es uno de los más urgentes. Primero, porque el cambio climático ha modificado los patrones de lluvia, exponiendo a los habitantes de zonas vulnerables a continuas inundaciones; segundo, porque el mal manejo de las cuencas hidrográficas, así como la ausencia de un sistema de alcantarillado, impactan negativamente tanto a los habitantes de la ciudad, como a la industria del turismo, sobre la que se sostiene la economía dominicana.
 Crecimiento urbano
§  La presión urbanística genera procesos de conurbación con provincias y sectores que antes eran considerados rurales (Haina, Los Alcarrizos, Villa Mella, etc.).
§  En el polígono central, por ejemplo, la ocupación de los solares va de 93-98%, cuando los expertos en desarrollo sostenible urbano recomiendan una ocupación máxima de sólo 65%.
 Aire
§  El relieve de la ciudad y su cercanía con el mar permiten la circulación del viento y la dispersión de los gases contaminantes.
§  La mayor contaminación atmosférica proviene de la combustión de gasolina y gasoil y presenta un 60% del material particulado en el aire de Santo Domingo.
§  Cifras preocupantes: el diesel tiene entre 7,000 y 7,500 ppm de azufre cuando debería situarse en 50. El combustible para la industria, que debería situarse en 10 mil, tiene más de 30,000 ppm.
 Agua
§  El 89% de la población de la provincia recibe agua a través de alguna tubería, pero sólo el 46% tiene llaves dentro de la vivienda.
§  Sólo el 27% está conectado a un sistema de alcantarillado.
§  El 70% de las aguas residuales van a parar al subsuelo por falta de drenaje sanitario.



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